¿Cuántas veces, en un día lluvioso, o en un día en que algo horrible ha sucedido, os han dicho eso de “Buenos días, por decir algo”?
Pues más equivocados no pueden estar. Cuando decimos “Buenos días” (O buenas tardes o buenas noches”) no estamos describiendo lo que pasa, pues no somos meteorólogos, ni periodistas, ni expertos en futurologia, sino simplemente gente que desea el bien a la persona que está saludando.
Deseamos “buenos días” porque queremos que la persona a la que estamos saludando le vaya todo genial, porque creemos que deseando, pensando en positivo, ayudamos a que se generen buenas vibracions, buenos pensamientos, en definitiva creemos que podemos aportar nuestro granito de arena a que todo sea un poco mejor.
La coletilla esta de “Por decir algo” no sirve para nada, pues si tu comentario es “Tengo que decirte buenos días, aunque sea un día de mierda”… no tiene sentido alguno. El día puede ser todo lo malo que quieras, pero tu intención tiene que ser siempre la de hacer algo para que sea mejor y por lo tanto desearle a la persona que tienes enfrente que todo le vaya bien, y además, para decir “algo” mejor no digas nada.
Llenemos de sentido aquello que hacemos y sobretodo aquello que decimos, que las palabras emocionen, vibren, y nos llenen la boca al hablar, vivamos más, llenemos los años de vida y no sólo la vida de años.